El mito de las piedras de masaje facial: ¿realmente deshinchan y esculpen el rostro como prometen?
No existen estudios científicos que avalen los resultados, aunque las expertas consultadas aseguran que el poder relajante del masaje y su capacidad de drenaje pueden tener beneficios para el buen aspecto del rostro
Un arsenal de herramientas de belleza con propiedades drenantes, reafirmantes y detoxificantes abundan en redes sociales. Sólo hay que pasar el suficiente tiempo en TikTok o Instagram para toparse con alguien raspando su mandíbula con una piedra o deslizando un roller sobre sus pómulos. Y aunque el fenómeno de la gua sha tiene miles de años de historia, ahora adoptan infinidad de formas y materiales.
Las herramientas y dispositivos de belleza de masaje viven su mejor momento. Y, si bien la mayoría tenemos que admitir que nos hemos dejado llevar por la tendencia y tenemos alguna piedra enfriándose en la nevera para relajar la mirada en ocasiones puntuales, muy pocas podemos recordar la última vez que la usamos. La pregunta es ¿realmente deshinchan y esculpen el rostro? Expertos en cuidado de la piel, con opiniones diferentes al respecto, analizan sus beneficios reales.
La facialista Silvia Oliete, propietaria de los centros Blauceldona,nos explica qué nota cuando añade las piedras a su masaje. “El efecto inmediato es el de una piel más “oxigenada”, que es lo que llamamos a que esté mejor irrigada, ya que la sangre lleva los nutrientes y el oxigeno a la piel, y por tanto, se muestra más lozana y vital, con menos imperfecciones y con arrugas y líneas menos marcadas. Y, por supuesto que deshinchan porque los movimientos de masaje están diseñados para recorrer los canales de drenaje linfático y llegar hasta los ganglios. Veo a diario muchos casos en los que tras usarla el rostro se desinflama y esto provoca la definición de los contornos al instante, aunque sea algo temporal”.